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Resumen del capítulo 27 del libro «Compasión» (Editorial Tyndale) donde hablo sobre Pedro y la pesca milagrosa del Señor Jesús.

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El Señor Jesús se acercó a sus discípulos después de una noche sin haber pescado nada. Dice la Biblia que Jesús se acercó a Pedro para que echase las redes al mar.

Pedro pensaba en trabajar, en trabajar duro…como diciéndole al Señor que él si sabía de pesca, Jesús era carpintero. Pero pensó en las palabras de Jesús y dijo «como tu lo mandas echaré las redes.» Con una nueva motivación.

Pescaron multitud de peces y Pedro se postró ante Jesús reconociendo a Jesús como mucho más que un carpintero. Sino del Hijo de Dios.

Hoy puede pasarnos lo mismo. Trabajar mucho, pero sin tener en cuenta quién es Dios y lo que nos dice. Y esa no es la actitud.

Puede que pensemos en nosotros como buenas personas. Sin reconocer nuestras limitaciones y que pecamos muchas veces. Y esa motivación no es la correcta. La mejor motivación es «Señor, tu sabes como soy», reconocerse pecador.

Pablo se consideró el campeón de los pecadores, porque fue capaz de reconocer sus limitaciones y quién era el todopoderoso.

¿Cual es nuestra actitud?[/vc_column_text]

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